Los fenómenos de violencia escolar se han producido siempre.
Ahora son más visibles porque afectan a más personas, y porque los medios de comunicación, los padres y madres s y la sociedad , se han hecho mucho más sensibles a todo a este tipo de fenómenos.ue está bastante implícito e inserta en esta sociedad y ataca a los niños y a las niñas de los colegios e institutos.
Niños y niñas que son víctima día a día de constantes acosos y agresiones por parte de sus compañeros y compañeras que sin piedad alguna se ensañan con aquel y/o aquella que es más débil, diferente.
Síntomas que pueden ayudar a los padres a saber si su hijo está sufriendo esta situación, especialmente ante el inicio del nuevo curso: si está más triste de lo normal por volver al colegio, tiene ansiedad, duerme mal, se niega a ir a clase, le falta material escolar, tiene un cambio de actitud y está más introvertido o pierde interés por las cosas.
Si un niño o adolescente presenta estos síntomas no es seguro que esté sufriendo acoso, pero hay que poner atención "porque algo pasa".
Los padres que, si lo han detectado, hagan ver al niño que "es una cosa que no sólo le pasa a él y que tiene solución" y, posteriormente, lo pongan en conocimiento del centro escolar.
El colegio debe activar protocolos para investigar qué es lo que está pasando, controlar a las personas presuntamente implicadas y vigilar cualquier espacio en el que se puedan producir estas situaciones, como en vestuarios, cambios de aula o rincones del patio.
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